Otro

No soy yo pero sus conocidos me saludan en la calle.
Como en su misma mesa.
A la noche me acuesto en su cama.
Su mujer no le es infiel. Realmente somos iguales y yo mismo podría confundirme.

Antonio Fernández Molina

Deja un comentario

Archivado bajo Microrrelatos

Deja un comentario